Una de las disciplinas fotográficas que más me ha llamado siempre la atención es la fotografía nocturna. Este fin de semana, he tenido el placer de reencontrarme con Miguel Valdivieso en uno de sus talleres y practicar atardeceres, noches y amaneceres. Además, por supuesto, de pasar un rato estupendo en el campo, compartiendo la noche con nuevos compañeros de «frikismo». Más aún, he podido cumplir uno de los deberes que me había puesto para este verano: fotografiar la Vía Láctea. Es un gustazo seguir aprendiendo y creciendo como fotógrafo de la mano de los mejores. Después de este kit kat, vuelta a terminar el año escolar y a editar un par de reportajes que pronto veréis por aquí…
Publicado por Borja
Maestro, padre y fotógrafo por este orden. Apasionado de la cámara y de aprender... Ver todas las entradas de Borja